Este plato es una opción ligera pero con que cuenta con mucho sabor y personalidad. Los espárragos verdes, cocinados al punto justo, se combinan con una salsa cremosa que mezcla la intensidad de la mostaza con la frescura del limón. Es una receta fácil, rápida y perfecta tanto para una comida especial como para una cena entre semana. Además, es muy versátil ya que se puede servir sola, acompañada de un huevo poché o con una base de patatas al vapor o arroz blanco.
Ingredientes (para 2 personas):
- 250 g de espárragos verdes frescos.
- 100 ml de nata para cocinar o crema vegetal.
- 1 cucharada de mostaza de Dijon.
- Zumo y ralladura de ½ limón.
- 1 diente de ajo.
- 1 cucharada de mantequilla o aceite de oliva.
- Sal y pimienta al gusto.
- Queso parmesano rallado.
Comienza lavando los espárragos y retira la parte dura del tallo. En una sartén grande, calienta un poco de aceite o mantequilla y saltea los espárragos durante unos 5-6 minutos a fuego medio-alto, girándolos para que se cocinen por todos los lados. Deben quedar tiernos pero con un ligero punto crujiente. Retíralos del fuego y resérvalos en caliente.
Mientras tanto, en un cazo pequeño, derrite la mantequilla (o calienta aceite) y sofríe el ajo picado muy fino durante un par de minutos, sin que llegue a dorarse. Añade la nata, la mostaza de Dijon, el zumo y la ralladura de limón, y remueve bien para que todos los sabores se integren. Cocina a fuego lento unos 3-4 minutos hasta que espese ligeramente. Salpimienta al gusto.
Para emplatar, coloca los espárragos en un plato, de forma ordenada o apilados, y vierte la salsa caliente por encima, cubriéndolos parcialmente. Si quieres dar un toque extra, espolvorea un poco de parmesano rallado o unas virutas de almendra tostada justo antes de servir.
Si quieres añadirle un poco de proteína puede acompañarse de un huevo escalfado, pescado blanco a la plancha o tofu marinado.