Este guiso de pollo es ideal para cualquier época del año. Su combinación de verduras, especias y vino blanco le otorga un sabor profundo y equilibrado. Es perfecto para compartir en familia o disfrutar como un plato único. Además, la zanahoria juega un papel fundamental, aportando dulzor natural y una textura tierna que complementa a la perfección con el resto de ingredientes.
Ingredientes (para 4 personas):
- 4 muslos de pollo (también puedes usar contramuslos).
- 2 zanahorias grandes.
- 1 cebolla.
- 1 pimiento rojo.
- 2 dientes de ajo.
- 1 puerro.
- 2 tomates maduros rallados.
- 1 hoja de laurel.
- 1 vaso de vino blanco seco.
- 250 ml de caldo de pollo o verduras.
- 1 cucharadita de pimentón dulce.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal y pimienta al gusto.
- Perejil fresco para decorar (opcional).
Puedes empezar limpiando y cortando todas las verduras en rodajas o dados pequeños. En una cazuela amplia, calienta un buen chorro de aceite de oliva y sofríe la cebolla junto con el puerro y el ajo picado. Cuando empiecen a dorarse, añade el pimiento y las zanahorias. Cocina todo a fuego medio durante unos 10 minutos, removiendo con frecuencia para que se cocinen uniformemente.
Mientras las verduras se cocinan, salpimienta los muslos de pollo. En otra sartén o directamente en la cazuela, marca el pollo por ambos lados hasta que queden dorados. Una vez sellados, añade los tomates rallados y el pimentón, removiendo rápidamente para que no se queme. Incorpora el pollo al sofrito de verduras si lo hiciste por separado, añade la hoja de laurel y vierte el vaso de vino blanco. Deja que el alcohol se evapore durante unos 3-4 minutos a fuego medio-alto.
Una vez que el vino haya reducido, añade el caldo caliente y baja el fuego. Tapa la cazuela y deja que el guiso se cocine a fuego lento durante unos 35-40 minutos, removiendo de vez en cuando. Si durante la cocción notas que falta caldo, puedes añadir un poco más de caldo o agua caliente. Al finalizar, la salsa debe estar espesa y el pollo bien cocido y jugoso.
Antes de servir, añade una pizca de sal y pimienta si fuese necesario. Puedes decorar con perejil fresco picado para dar un toque de color. Este plato combina genial con arroz blanco, puré de patata o simplemente un buen trozo de pan para mojar en la salsa.