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A pesar de la crisis y de la cada vez mayor competencia por parte de los grandes grupos nacionales de distribución, que se han volcado en el formato del «súper» para compensar la caída de ventas registrada en otro tipo de establecimientos, la cadena ilicitana Hiperber ha decidido mantener sus planes de expansión y acaba de anunciar la apertura de cuatro nuevas tiendas antes de final de año. Además, según confirmó a este diario el consejero delegado de la compañía, José Bernabeu, la firma también prepara su desembarco en las comarcas de l’Alcoià y las Marinas donde actualmente su presencia es muy reducida a partir del próximo ejercicio.
Si todo va según lo previsto, la cadena confía en cerrar este año con una facturación cercana a los 128 millones, alrededor de un 4% más que en 2012 y casi un 50% más que los 85 millones que ingresó en 2008, el primer año de la crisis, según las estimaciones del directivo.
Desde su creación, la compañía ha mantenido una política de crecimiento en forma de «mancha de aceite» desde su Elche natal, por lo que su implantación se concentra en el Vinalopó, la Vega Baja y l’Alacantí, con algún establecimiento aislado en la zona norte de la provincia. Dentro de esta estrategia, hasta final de año tiene previsto inaugurar su primer supermercado en Albatera, por el Sur, y en Xixona, por el norte, además de reforzar su red en su principal mercado con una nueva tienda en Elche, la número 19, y el traslado a unas nueva instalaciones de la que mantenía en Torrellano.
Un centenar más de empleos
Con esta incorporaciones, la cadena ya sumará 60 establecimientos, con una superficie de venta total de 48.000 metros cuadrados, el 8% del total de la provincia. Además, su plantilla rozará los 700 trabajadores, casi un centenar más que el año pasado, según los datos proporcionados por la propia compañía.
A partir del próximo año, los planes de la firma pasan por incrementar su red en las comarcas de l’Alcoià y el Comtat, donde sólo tiene cuatro supermercados, y prácticamente iniciar su expansión por la Marina Baixa y la Marina Alta, donde ahora sólo está presente en l’Alfàs del Pi y únicamente desde el pasado mes de junio. «Es una zona muy dinámica gracias al turismo y donde sabemos que va a ser complicado porque la competencia es feroz. Además, resulta difícil encontrar locales que se adecúen a lo que nosotros queremos», explica José Bernabeu sobre sus planes en la costa norte de la provincia.
Al respecto, Hiperber apuesta por establecimientos urbanos de entre 1.300 y 1.500 metros cuadrados donde, además, puede construirse un aparcamiento de unas 50 plazas «para facilitar la covivencia entre los clientes del barrio y los que llegan de otras zonas». Además, intenta diferenciarse de la competencia a través del producto fresco, por lo que mantiene la venta asistida a través de mostrador en la carnicería, la pescadería y ahora también en la está implantando en la panadería.
Bernabeu reconoce que el sector de la alimentación es uno de los que menos ha sufrido la crisis «no pueden dejar de comer», asegura aunque eso no significa que el sector no se haya tenido que adaptar. «El crecimiento de la marca propia significa que los clientes gastan menos y hay que trabajar más duro para mantener el beneficio», señala el ejecutivo que, en términos generales, asegura que la recesión ha provocado que las compras en el supermercado sean de menor cuantía pero más frecuentes.