Las setas Shitake son un ‘must’ de la cocina asiática que se han convertido en el producto perfecto para revolucionar la cocina tradicional leonesa. No solo sorprenderás a tu paladar, sino que también a tu olfato con su profundo aroma a tierra mojada. Gracias a esta receta experimentarás y te adentrarás en el emergente mundo de la comida fusión. Necesitamos:
- 400 gramos de solomillo.
- 3 dientes de ajo troceados.
- 1 cucharadita de vinagre de arroz.
- 2 cucharadas de azúcar de coco.
- 2 cucharadas de salsa Tamari.
- Pimienta negra.
- Jengibre rallado.
- 2 cucharaditas de cardamomo en polvo.
- 200 gramos de fideos de arroz.
- Aceite de oliva.
- 100 gramos setas Shitake.
- 100 gramos champiñones.
- 150 gramos espárragos trigueros.
Primero, troceamos el solomillo y marinamos con 2 dientes de ajo, el azúcar de coco, la salsa Tamari, el jengibre rallado, el vinagre de arroz, el cardamomo en polvo y la pimienta al gusto. Dejamos reposar en una bandeja mientras preparamos las verduras.
A continuación, al tiempo que calentamos el aceite de oliva en una sartén, troceamos las setas shitake, los champiñones y los espárragos. Una vez tengamos todas las verduras troceadas y el aceite caliente, introducimos los espárragos y las setas en la sartén y rehogamos aproximadamente durante unos 10 minutos. Seguidamente añadimos en la misma sartén 1 diente de ajo troceado, pimienta negra al gusto y un vaso del marinado previamente preparado. Mezclamos bien y lo apartamos del fuego manteniéndolo en la misma sartén.
Seguidamente, en una nueva sartén calentamos aceite de oliva y sellamos el solomillo al punto. Separamos la ternera en un plato y la dejamos enfriar.
Tras haber preparado la carne, retomamos el proceso de las setas y los espárragos. Ponemos al fuego de nuevo la sartén con las verduras y el marinado y añadimos los fideos de arroz y cocemos los fideos junto con la salsa del marinado. Una vez se han cocido los fideos agregamos el solomillo y removemos bien para que la carne se junte con los fideos de arroz, las setas y los espárragos.
Finalmente, cuando todo este bien integrado, lo sacamos de la sartén y ¡listo para emplatar!