Una receta perfecta para el verano es el pastel de salmón. No necesita horno y se come frío. Además, es ideal para que los niños coman pescado de manera más fácil y camuflada.

Los ingredientes que vamos a necesitar son:

• 500 gramos de salmón.
• 200 gramos de langostinos.
• 1 diente de ajo.
• 2 huevos.
• 200 mililitros de nata líquida para montar.
• 6 láminas de gelatina neutra o 1 sobre de gelatina en polvo neutra.
• 3 cucharadas de AOVE.
• Sal.
• Pimienta molida negra.
• Decoraremos con langostinos y mayonesa.

Primero de todo, ponemos las hojas de gelatina en agua fría para que se hidraten.

En segundo lugar, en una sartén con el AOVE doramos el ajo, el salmón cortado en trozos sin piel y sin espinas y los langostinos pelados.

Cuando esté ya cocinado, procedemos a triturar el salmón, los langostinos, los huevos, la nata, las láminas de gelatina escurridas o el sobre de gelatina en polvo, un poco de sal y pimienta. Batimos hasta conseguir una mezcla homogénea.

Vertemos la mezcla en un molde con papel vegetal (si es de silicona no hace falta), cubrimos con papel film y lo metemos al frigorífico durante al menos 2 horas.

Finalmente, cuando lo vayamos a servir, lo podemos decorar con langostinos y con un poco de mayonesa.